domingo, 26 de septiembre de 2010

Aprender a conducir

Conducir es divertido. Que un aparato con ruedas te lleve a los sitios resulta cómodo. Cada vez me gustan menos las palizas de horas conduciendo, pero el hecho de pisar un pedal y mover un volante, siempre me ha gustado.

Dentro de un coche creo que nos transformamos, hay algo de caverna protectora que nos aisla del exterior y nos convierte en seres despreciables. Cuantas veces hemos sentido las ganas de matar con las manos en el volante...

Una cosa que me gusta de la conducción es cuando al volante damos las gracias a alguien. Todos ponemos la misma cara. Bajamos levemente la cabeza, apretamos de forma rara los labios, levantamos una mano, y nos entra una emoción interna indescriptible...

Toda esta chapa es para enseñar un video que ví hace tiempo que me hizo gracia, y como he aprendido enlazar con youtube me hace ilusión ver si el asunto funciona.




Este que se ve es el que controla ahora os pongo el del que aprende de verdad.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Patatas en salsa verde

Cuando se acerca el fin de semana todos sentimos una especie de alivio interno. El miércoles ya estamos pensando en planes, comidas, meriendas y cenas. La pena es que a veces el fin de semana se estropea por el tiempo.

La lluvia hace que muchos de nuestros planes se vayan al garete. Y quizás no sean grandes planes pero, adiós al paseito antes de comer, adiós a los marianitos mañaneros, adiós a pequeñas cosas que hacen que un sabadete por la mañana sea algo especial.

Hoy ha ocurrido algo de eso… llueve, y la verdad no apetece mucho salir a mojarse. Debido al aburrimiento extremo, he pensado que sería interesante retransmitir gráficamente la preparación de una comida de sábado lluvioso.
No ha sido fácil… tenia muchos platos en mi mente, pero he pensado en algo sencillo, que guste a los nenes y que no manche mucho. No es que sea un plato que me guste muchísimo, pero hay que reconocer que es eficaz.

Lo primero que hay que hacer es ver si tienes lo necesario para hacerlo. Lo bueno de este plato es que casi siempre hay ingredientes para hacerlo.

Patatas, a poder ser sin raíces de esas blancas

Ajo, el que se ve parece chungo pero esta bueno



Perejil a tutiple


Unos guisantes para el que quiera


Y aceite oliva virgen extra



Una vez que hemos comprobado que podemos elaborar el plato, procedemos…
Pelamos las papas con cariño



Las cortamos en rodajas tirando a gruesas, de esa forma no se nos romperán con el hervor.

Picamos el ajo. A mi me gusta quitarle el corazón que es lo que hace que repita.



Ponemos el fuego bravo pero sin pasarse



Ponemos una cacerola amplia para que las papas puedan bailar dentro a gusto y derramamos un chorrete de aceite

Cuando el aceite tenga su temperatura añadimos los ajos


Al de un ratito el perejil, ojo que el ajo no se queme.


Lo mantenemos un ratito así para que el ajo y el perejil suelten su esencia


Incorporamos las patatas antes de que el ajo se estropee


Removemos las papas para pringarlas del aceite aromatizado

Al de un rato añadir agua o caldo. Yo no tenía caldo, así que he tirado del agua.



Dejar que el asunto hierva un poco y añadir los guisantes


Cuando la patata este cocida, retirarla para que no se deshaga


Dejar los guisantes hirviendo para que la salsa reduzca


Para que la salsa engorde o ligue, aplastar un par de papas y añadirlo a los guisantes.



Cuando veamos que la salsa está chula, volver a meter las papas para que se calienten. Al de un ratito servir. Y degustar unas papas en salsa de color verde que te chupas lo dedetes. Por cierto... poner sal en la parte final del proceso, a gusto.



Las clásicas patatas en salsa verde van muy bien con vinos de rioja, ribera Duero, la toscana, el bierzo, ribadeo, orijuela, falset, etc.
De segundo es muy típico la clásica merlucita hecha en la propia salsa verde… que es lo que me comí ese sábado de lluvia.
No words, no ends, nou nou.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

E... Portugalo

Está aquí al lado pero parece lejos, el caso es que Portugal es el típico sitio que cuesta acordarse...

Al pasar la frontera te invade el clásico cosquilleo de paso de frontera. Piensas que vas a ser retenido, registrado, etc... cuando ves que en la frontera no hay ni Txus sientes una pequeña decepción, aunque la cosa de ver letrerillos en el otro idioma te hace sentir un poco aventurero.
Al llegar a un nuevo país, piensas que el paisaje, las carreteras, el cielo, la luz.... todo!!, ha de ser diferente.

Hombre, nada más pasar la frontera que vas a notar!!- dices a los niños que preguntan.
Tras horas de viaje, paras. Ahí es cuando piensas: " espero que no sea así el país porque...."
Nada más cerrar el aire acondicionado de la nave y tras comprobar que las ventanillas y las puertas quedan bien cerradas, un hombre de tez oscura, pelo engominado, camisa de flores y nariz picuda, te dice: "iphone compradusidaçaooo" mientras te muestra la esquinita de un bonito ihpone. Lo primero es poner cara de imbecil porque no le has entendido ni papa, y después de que te enseñe el telefonito tres veces le dices con la peor de tus caras: "No ouuubrigaaaado". Es la primera vez que lo has dicho, tampoco ha sido para tanto, ha resultado casi espontaneo, la "o" la has juntado bien con la "u", el morro perfecto... En fin, que es tu primer contacto con los seres de esa región y piensas: "Joder"
La verdad es que estaba avisado, lo que hay en los restoss no tiene nada que ver con el resto del país: una gozada.



San Martinho do Porto, un bonito pueblecito a una hora al norte de Lisboa. Playa grande, muy poca gente ambiente agradable...



Las playas de Pooortugalo son alucinantes, salvajes y con el agua fria... aunque yo esperaba más... se parece a la de aquí, la de Eusskadi, la nuesstra.



Abajo, Foz da Arelho, un sitio chulo. Es una especie de Urdaibai multiplicado por cinco... sin pimientos. Por un lado puedes bañarte en el bravo mar Atlántico y por otro en una tranquila laguna de agua de mar.



Arena blanca, horizontes infinitos, crela larona, durla narela, en definitiva... descanso.






Una de las mejores sensaciones... que las olitas te mojen los pies.






Y las titis... las playas sin titis no son los mismo



En fin....