Adentrarse por aquellas tierras a
caballo era muy arriesgado, pero las noticias que llegaban al norte desde la
frontera del Duero merecían un largo viaje. El joven Inguma estaba cerca de su
destino, pronto iba a descubrir si era verdad lo que tantas veces había
escuchado a soldados y trovadores.
Entre los árboles comenzaba a verse un
gran claro y antes de que el bosque terminara, bajó de su caballo y con mucho
cuidado apartó unas ramas.
Al ver aquella construcción, imaginó sus primeros moradores... los celtas... levantando los primeros muros, luego a los romanos vigilando la llanura, y no hacia mucho a los godos... Ahora estaba en manos de los musulmanes, que lo habían transformado en una imponente fortaleza.
Todo el mundo era consciente que quién dominaba esta construcción, dominaba el valle del Duero, por eso eran normales las batallas para su conquista. La ultima gran victoria había sido la del temible Almanzor. Eran muchos los trovadores que cantaban sus hazañas, sobre Ramiro III de León, Gracia Fernández de Castilla y Sancho II de Navarra, aquí en Gormaz.
Por fin, despertó de su letargo y decidió seguir su camino. Al montar en su caballo pensó ¿qué será de aquel lugar dentro de mil años? ¿quién lo habitará?.
Lo que no se imaginaba Inguma es que poco mas tarde el castillo de Gormaz iba ser administrado por el mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar, “el Cid” y que con el tiempo, lo que en su época fue una de la mayores obras de Europa, se iba a convertir en una ruina un poco abandonada y difícil de mantener.
Seguramente que en estos castillos el tema de la comida era
algo muy importante. Largos periodos de asedio en los que el agua y el alimento
era fundamental. Lo que seguramente no tenían a mano eran estos pimientos
rellenos de gambas con salsa de txipiron.
Seguramente si los hubieran tenido no hubieran habido batallas y quizás
el castillo se conservaba en mejor estado.
Para hacer los pimientos hace falta unas cebollas, ajos,
gambas, harina, tinta y como no, pimientos.
Como en todos los platos, la calidad de los productos hará
que la cosa quede de una forma u otra, pero en general este plato es bastante
agradecido independientemente de lo que se utilice. Poner los pimientos que os
gusten y las gambas frescas, yo las voy a hacer con congeladas.
Lo primero es poner a pochar dos o tres cebollas con un poco de ajo para hacer la salsa negra.
Mientras, podemos poner un poco de ajo y perejil y pasar las
gambas. Cuando estén hechas, escurrirlas pero reservar el liquido por si acaso
luego lo necesitamos.
Mientras la cebolla se termina podemos ir haciendo una
besamel. Poner un poco de aceite y mantequilla. Cuando este caliente ir
añadiendo harina y removiendo a la vez. Cuando veamos que la harina esta
cocinada (yo lo hago a ojo) le vamos añadiendo leche caliente (se puede añadir,
además, liquido de las gambas) y moviendo con la varilla. Le añadimos sal y si
se quiere pimienta o alguna hierba que os guste. La clave de una buena besamel
es batir mucho y que no tenga sabor a harina.
Alguna vez que me han quedado grumos la he batido y pista y si se tiene
Thermomix ya ni te cuento.
Ya tenemos las gambas, la besamel y solo falta la salsa
negra. Cuando la cebolla y el ajo estén en su punto, lo pasamos por la batidora
y le añadimos los sobrecitos de tinta diluidos en agua caliente. Es bueno colar
la tinta porque a veces trae arenilla.
Ahora hay que mezclar las gambas con la besamel (aquí también
se puede utilizar el jugo de las gambas para aligerar un poco la besamel, si
hace falta) y rellenar los pimientos.
Una vez rellenos, al horno, no muy caliente, para que los
pimientos se hagan un poco. Cuando
veamos que el pimiento se anima, añadimos la salsa negra y otra vez al horno
hasta que el ojo y apetito nos digan que ya están.
Al castillo de Gormaz ya están llegando las carretas con
trigo para hacer el pan y no parar de untar en vez de tirar flechas.
te extrañabamos, tus relatos sabrosos, felicitaciones!!!
ResponderEliminarGracias!! A ver si encuentro historias entretenidas.
EliminarMuy buenos el relato y las fotos...¡ e imagino que los pimientos! Gracias.
ResponderEliminarGracias! Te aseguro que los pimientos estaban muy buenos.
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