miércoles, 29 de febrero de 2012

Pechugas de Pollo rellenas de paté


Hace poco se ha inaugurado la Torre Iberdrola, un edificio muy bonito y muy alto para lo que estamos acostumbrados por esta zona. Aunque es verdad que cada día que pasa parece más pequeña.


El edificio mide 165 metros y tiene 41 plantas y la han construido en una zona que se conoce como la  “Campa de los Ingleses”. Y  recibía  ese nombre porque antes de convertirse en una zona industrial era una campa donde se enterraban a los ingleses que fallecían en Bilbao.


Con el tiempo los cuerpos fueron trasladados a otros cementerios y la campa se convirtió en la zona donde la gente de la ciudad iba a aprender a jugar a fútbol.
Pero las campas fueron engullidas por las necesidades de la industria y en pocos años, donde había  campas, surgieron talleres, almacenes, vías de ferrocarril, grúas, etc.
Con la desindustrialización todo aquello quedó medio abandonado y hoy en día se ha convertido en  una zona llena de paseos, edificios  emblemáticos y lugar de esparcimiento.


Esta brutal transformación pone su punto final con este edificio diseñado por Cesar Pelli. Una especie de obelisco de cristal que, como dice su creador, está muy bien proporcionada.
La verdad es que se ve desde cualquier punto de la ciudad y ya nos hemos acostumbrado  a verla. Por aquí que somos muy fanfarrones,  ya estamos esperando que hagan algo del doble de altura o más… algo  un poco más alto.


Para celebrar que la Torre Iberdrola está con nosotros propongo este apetitoso plato: pechugas de pollo rellenas de paté con puré de patata y champiñones.

Es un plato muy sencillo y en el que la clave son los ingredientes. Yo he utilizado los que puedes encontrar en una casa en la que hacía falta hacer una compra. He tirado de lo que he encontrado.
Además de las pechugas hace falta, un poco de ajo, puré de patata, champiñones y paté.


El puré de patata si es casero mejor, pero yo tenía del de polvos y lo he utilizado. Con los champiñones sucede lo mismo, si son frescos más ricos, pero en el fondo de un armario he encontrado un par de latas que vienen muy bien. Y con el paté exactamente lo mismo, si utilizas uno bueno,  mejor. El de “Casa Tarradellas” es para bocadillos pero para un apuro sirve.

La forma de hacerlo es bien sencilla. Hacer el puré de patata: calentar leche, añadir un poco de mantequilla, un poco de sal y cuando comience a hervir añadir los polvos, remover bien y ¡ya está!

Mientras se calienta la leche del puré podemos hacer los champiñones: picar un par de dientes de ajo, poner en una sartén con un poco de aceite de oliva y cuando los ajos se doren añadir los champiñones, también poner un poco de perejil.


También hay que preparar las pechugas para el relleno. Para eso hemos de hacer filetes finos o comprarlos ya hechos. 


Yo prefiero comprar la pechuga entera y luego en casa cortarla en filetes finos. Es una tarea engorrosa y precisa de buen cuchillo pero a mí me gusta. Aprovecho para presentaros a parte de mis cuchillos… el gordo con agujeritos es nuevo y corta una pasada, me lo ha regalado mi hermana. Otro día hablaremos de si un cuchillo debe tener sierra o no, agujeros o no, ¡todo un temazo!


Una vez tenemos los filetes, ponemos sal y pimienta y untamos unos cuantos con paté.


Luego les ponemos tapa o también se pueden doblar, aunque con tapa se hacen mejor. Para que la tapa no se escape al freír, poner unos palillos.


Ya sólo falta pasar nuestros filetes rellenos de paté por pan rallado y freír.
A la hora de servir poner un montoncito de champiñones, un poco de puré y un par de filetes. Un plato muy apetecible para encontrárselo en la mesa esperando a ser devorado.


En la foto he partido el filete para ver el paté pero no lo he conseguido, tampoco les he quitado el palillo… las prisas. 

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