miércoles, 11 de septiembre de 2013

Este año sí que sí

Una de las señales inequívocas de que el verano se acaba, es cuando decidimos ir a la tintorería a recoger el edredón que dejamos a principio de la época estival para que lo laven. 


La clave de esta operación es encontrar, o haber guardado bien, el resguardo con el código de barras, fundamental para que localicen tu edredón, y no te den otro que enseguida notarás que no es el tuyo. Este año yo tuve suerte y tenía mi resguardo. Como aquella tarde llovía, todo el mundo había decidido ir a por su edredón.  


En la cola de la tintorería tuve tiempo de reflexionar y pensar que este año sí. Este año era definitivo para cambiar mi vida, que por fin iba a dejarme de historias y poner mi cuerpo en forma desde el minuto uno. Que sí, que ya estaba bien de la monotonía y que iba a hacer de cada día una fiesta en la que iba a disfrutar de todo lo que me suceda. ¡Sí! que basta de pensar en cómo cambiar mi vida y cambiarla. ¡Que este año sí! que iba a buscar la fórmula definitiva para quedarme a vivir en el lugar de veraneo. ¡Que menos quejarse y mas iniciativa! Este año sí que sí, gimnasio, idiomas, viajar, fines de semana de monte, excursiones, comidas con amigos, conocer gente nueva, menos horas trabajando, bañarme en el mar en invierno, escribir más, disfrutar día a día, ¡vivir la vida!....


Un leve empujón de la señora de atrás me hizo abandonar mi reflexión. Era mi turno, mostré el resguardo, la señorita lo cogió y se marchó. Tras una breve espera, la señorita regresó con un edredón. Nada más tocarlo supe que era el mío.  


Para celebrar que hemos tenido un buen verano voy a hacer un postre muy rico y muy fresco.
Los ingredientes: melocotones (mejor maduros), leche de oveja, cuajo, gelatina alimentaria, frutillos deshidratados al gusto.


Lo primero es hacer un puré de melocotón partiendo en pequeños trozos y batiéndolo. Al puré le añadiremos trocitos de la fruta deshidratada (en este caso también melocotón)


Mientras ponemos a remojo en agua fría la gelatina para que se ablande.


Hervimos la leche de oveja y la dejamos enfriar un poco. Cuando ya esté más templada la pondremos en tazas en las que hemos puesto unas gotas de cuajo. Una vez la taza llena de la leche y el cuajo hay que dejar reposar y enfriar. De esta forma vamos a conseguir varias cuajadas.


Mientras la leche se enfría y cuaja, ponemos agua a hervir e introducimos la gelatina para que se deshaga. 


Cuando la gelatina desaparezca, unimos el agua con el puré de melocotón y removemos para que se mezcle bien. 


Lo servimos en los vasitos donde vayamos a presentar el postre y los dejamos que se enfríe y se solidifique.


Cuando veamos que el puré se ha convertido casi en gelatina, sacamos las cuajadas de sus envases los ponemos en un bol, las rompemos y removemos.


Luego ponemos un poco de cuajada batida encima del puré de melocotón en cada vasito y adornamos con poco de galleta molida y una hoja de menta. 



 Buena pinta, ¿eh?


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