Después de cenar una ensalada, para ver si mi vida pasa a ser sana, he observado que han sobrado unos trocitos de tomate, algunos restos de cebolla, un poco de atún. Todo ello untado en pompas de aceite que flotaban en la mezcla clásica de agua y vinagre.
Con la complicidad que da el silencio de la noche, me he quedado observando esos restos ahí parados, quietos, pero a la vez vivos… y he pensado: “he de guardar las cosas en el lavavajillas”.
A simple vista puede parecer una reflexión absurda, pero creo que encierra un sinfín de ideas que creo interesante comentar.
Lo primero que me viene a la cabeza es el despertar de esos estados de hipnotismo en los que suele caer el ser humano. No hay cosa más interesante que perder la cabeza durante minutos pensando en miles de cosas y en ninguna a la vez.
Y tras esos episodios únicos, ver cómo tu cabeza desconecta y comienza a funcionar en sus rutinas.
Otra cosa interesante es intentar recordar lo que en ese tiempo de hipnotismo has pensado, las conclusiones…
A veces te acuerdas de gente y en milésimas de segundo haces un repaso de su vida y la relación con la tuya, otra veces imaginas que eres otra cosa de lo que eres, incluso hay veces que durante mas de cinco minutos ves flotar el aceite sobre el agua y el vinagre y no has pensado en nada de nada. Aunque yo creo que esta última situación no existe, siempre piensas en algo.
Como es tarde y ya no se me ocurren mas bobadas que comentar os pongo estas fotos tituladas: “Postales de un WC” un pequeño recorrido por algunos de los elementos que nos encontramos en un cuarto de baño.
Con la complicidad que da el silencio de la noche, me he quedado observando esos restos ahí parados, quietos, pero a la vez vivos… y he pensado: “he de guardar las cosas en el lavavajillas”.
A simple vista puede parecer una reflexión absurda, pero creo que encierra un sinfín de ideas que creo interesante comentar.
Lo primero que me viene a la cabeza es el despertar de esos estados de hipnotismo en los que suele caer el ser humano. No hay cosa más interesante que perder la cabeza durante minutos pensando en miles de cosas y en ninguna a la vez.
Y tras esos episodios únicos, ver cómo tu cabeza desconecta y comienza a funcionar en sus rutinas.
Otra cosa interesante es intentar recordar lo que en ese tiempo de hipnotismo has pensado, las conclusiones…
A veces te acuerdas de gente y en milésimas de segundo haces un repaso de su vida y la relación con la tuya, otra veces imaginas que eres otra cosa de lo que eres, incluso hay veces que durante mas de cinco minutos ves flotar el aceite sobre el agua y el vinagre y no has pensado en nada de nada. Aunque yo creo que esta última situación no existe, siempre piensas en algo.
Como es tarde y ya no se me ocurren mas bobadas que comentar os pongo estas fotos tituladas: “Postales de un WC” un pequeño recorrido por algunos de los elementos que nos encontramos en un cuarto de baño.
En un baño siempre ha de haber una concha o piedritas de rio. ¿Por qué?
Los cepillos de dientes son parte fundamental del paisaje de un baño, y su color es fundamental en familias numerosas.
El jabón es otro elemento que no puede fallar en el paisaje de un baño. Los hay de muchas formas, colores y olores. En mi casa, ultimamente hay uno con forma de pastel que hace las delicias de los txikis.
Pero el fundamento del baño es el concepto agua... Agua que al dar a una palanquita o girar un mecanismo, brota de forma natural. ¡Que mal lo pasamos un dia sin agua!
Otro día hablaré de otros elementos mas vulgares del baño.
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