miércoles, 21 de septiembre de 2011

Verano en el Norte

Os muestro unas estampas veraniegas pero esta vez del norte. Siempre se habla del calor, los agobios, la gente, etc., etc. En el norte la cosa cambia un poco. Aquí el clima no está asegurado y es lo que marca nuestro verano.

Creo que por eso la gente del norte somos más chulos, porque cuando miras al mar te encuentras una bestia que constantemente te desafía. Una masa de agua embrutecida que te reta, que te invita a bañarte a pesar de no ofrecer ningún descanso.


Bañarse en el mar Cantábrico enfadado (bandera roja) es una chulería, una osadía que puedes pagar con tu vida.


Por eso es un mar lleno de “surfers”. Miles de tablas que debes esquivar cuando el mar permite un baño tranquilo. Personas que se creen un poco dueños del mar ya que lo dominan, y lo dominan cuando más arrugada está su superficie, en invierno, en otoño, en verano… primavera. Pero el mar es de todos y a todos no reta.


En el norte no puedes planificar de un día para otro, siempre hay que esperar a ver el clima para hacer planes. Me imagino que lo de planear en el momento en función del clima, aportará alguna ventaja a la persona. No sé, iniciativa, espontaneidad, improvisación…


Nuestro clima nos hace más serios, menos risueños. Tiene su lógica, al tener menos luz nuestra cara se relaja, se viene abajo, no necesitamos entrecerrar los ojos y medio sonreír para evitar la entrada de luz en nuestras pupilas.


Y la gente del norte es fanfarrona, pero es normal porque tenemos lugares mágicos, contrastes increíbles de verde-mar-costa-acantilado.



Rincones que transmiten sensaciones vikingas de épocas misteriosas. Piratas, tesoros, saqueos, naufragios, no sé…  Al final da igual, en todas partes es bonito ver un atardecer. Y mucho más en verano… de vacaciones.


Os adjunto un video, que me ha pasado un amigo, mostrando algo inaudito para los que conozcan la zona




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