jueves, 27 de enero de 2011

El Viejo Task

Yo, mientras tanto, apuro las últimas caladas de mi cigarrillo. Mis manos temblorosas se acercan por enésima vez al amarillento teclado del viejo piano del “Dragstone”. Comienzo a tocar… a sentir…. “ living on the road…. With Penny and Jeff... looking for a star... with Draskworks and Handly.... crying all the time.....”


El viejo Task deja de secar vasos y rápidamente alcanza los 14 chelines que dejo en la barra.

- Hasta mañana Task. Bang! Bang! Tío, mañana nos vemos….

Hace frió, apenas puedo ver la parada de taxis. Niebla… ¡Maldito Task, otra vez su asquerosa ginebra…. ¡

Un empalagoso olor a mar y salitre llena las bocanadas de aire que entra en mi boca. Mis pasos retumban. ¡Dios, tenía que haber meado!

El aire frió de la noche rodea mi cuello. Al fondo veo unas luces…. no distingo muy bien… una maquina… comida envasada.

La ultima vez… la paella estaba tiesa, los mejillones… ¡paso!. Un Drasck y punto!

La acera se mueve, dibujos sin formas que conozco perfectamente. Avanzan… avanzo. No lo he pasado mal.

Jef, con lo suyo; comisiones, bonustrak y mil millones de promesas y objetivos a cumplir. Lawrence, correcto con su minusvalía…. Lo que no me gusta es como tira Task la puta cerveza…. me jode!

Brufff!!! ( eructo guarro) Lo peor…. Drasck y alcohol. Creo que el piano del “Dragstone” no estaba afinado. Mañana vuelvo en taxi.


-Ya solo falta apagar la luz de la cafetera. ¡Doscientos treinta y siete pavos…! no esta mal para ser un martes de Febrero. Sigo pensando que en aquella lonja de Pitthill la cosa hubiera ido mejor…

De pronto la puerta del bar deja entrar el sonido de la calle. Un aire frió recorre la barra.

- Lo siento amigo… se hace tarde y…

- Policía – una voz aburrida interrumpe a Task.

- Mire amigo llevo años cerrando a la hora… ¡esta bien!... vinieron unos amigos… ya sabe. Apenas ha pasado media hora…

- Hay un tipo en el hospital que asegura que es aquí donde ha tomado su última copa – Task deja las servilletas de papel a un lado.

- Vaya al grano agente.

- Hace apenas una hora hemos encontrado a un hombre ahogándose en sus vómitos. No tenemos muchos datos, pero en el hospital dicen que esa rata estaría muerta si no fuera por una panda de borrachos que casi lo tira al agua.

- ¡A mi que me cuenta!- contesto Task viendo que la cosa se ponía fea.

- Lo que también sabemos es que ese tipo no paraba de balbucear algo parecido a “Dragstone”.

Task se estaba poniendo nervioso. No podía soportar la forma con la que aquel estúpido policía evitaba su mirada. El no había hecho nada, sin embargo aquel hombre le estaba haciendo ver que las próximas horas no iban a ser de su agrado.

Task no entendía lo que le estaba pasando. Sus manos no podían moverse. Una extraña y fría presión rodeaban sus muñecas. Aquellas esposas eran muy duras. Jamás pensó que aquel artefacto apretara tanto.

Una sacudida le expulso de su ínfima reflexión. El golpe le invitó a caminar. Aquel recorrido, que conocía de memoria, parecía una eternidad. Apenas veinte metros separaban la barra de la puerta de la calle. Sin embargo, en ese momento…. Cada paso era una reflexión, cada empujón un intento de comprender que demonios hacia ahí. Los destellos azules cegaban sus ojos haciendo más torpe su caminar, destellos azules que embotaban sus pensamientos. Una luz insoportable que no le dejaba comprender porque en su ropa había sangre. Una luz que, definitivamente, se le vino encima y le aturdió.

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