jueves, 2 de junio de 2011

Durango, el bombardeo

El origen de este tema puede parecer absurdo, pero surge cuando tengo que acompañar a mi hijo (10 años) a un partido de balonmano que jugaba en Durango (Vizcaya).


Otro día hablaré de porqué, hoy en día, los padres tenemos que ir a ver a nuestros hijos practicando deporte. Antes hacíamos deporte extraescolar y nuestros padres se quedaban en casa. Es más, el muchacho al que le iba a ver su padre era un “pringao”, un mimado que tenía a su padre encima. Hoy en día es al revés, tienes que ir, porque sino eres un mal padre… En fin… ya hablaré del asunto.

De lo que voy a escribir es, desgraciadamente, algo mucho más dramático.

Aunque está cerca de donde vivo, hacía tiempo que no visitaba Durango. El caso es que mi hijo jugaba en el colegio de los Jesuitas, que está en el centro del pueblo. Al entrar en el recinto, me vino a la memoria las imágenes de un documental que hace tiempo realizamos en la productora que trabajo.

Era sábado y al ver la torre de la iglesia, la plaza, la fuente, la gente… mi cabeza comenzó a imaginarse aquel lugar hace casi 75 años.

El 31 de Marzo de 1937 la villa de Durango fue bombardeada dentro del contexto de la guerra civil española. La peculiaridad del bombardeo de Durango es que fue el primer bombardeo civil de la historia. Es decir, fue la primera vez que el objetivo del ataque no era militar, lo que interesaba era cargarse a la población.

Aunque el bombardeo de Gernika sea el más “famoso”, en Durango el “experimento” fue mucho más sanguinario y además el primero.

La acción fue un ensayo para probar cómo funcionaban lo aviones a la hora de arrasar núcleos urbanos. Viendo que la cosa funcionaba, repitieron en Gernika, en Alicante y en Madrid.

Al principio se pensó que eran aviones alemanes pero pronto se supo que se trataba de una escuadrilla italiana. Creo que hace poco se han encontrado fotos que demuestran que fue una prueba para posteriores bombardeos. El bombardeo comenzó a las 8:45 y se realizaron dos pasadas. En la operación murieron 294 personas.

Al parecer en la primavera de 1937 el general Mola, viendo que no puede entrar en Madrid, decide arrasar la zona norte. Para ello hicieron una primera prueba con Durango, dejando caer sobre la población unas 80 bombas de 50 kilos cada una.

Al entrar con mi hijo al colegio de los jesuitas, me vino a la cabeza las imágenes de las recreaciones que se hicieron para el documental. Imaginaba los aviones pasando por encima de las torres que hacia años fueron bombardeadas.

La iglesia de Santa María, el colegio de los Jesuitas y el convento de Santa Susana son destruidos. Tras las bombas los cazas van realizando ametrallamientos sobre la población.

Al entrar al colegio de los jesuitas, me imaginé la mañana en el que un par de soldados ven a lo lejos cinco aviones bombarderos y nueve cazas. Cómo dan la alarma y cómo comienza el desastre. Parece ser que la gente estaba acostumbrada a que sobrevolaran aviones para inspeccionar el frente o dejar caer propaganda bélica, nadie imaginaba que iban a bombardear. Pero aquel día los toques de campanas en señal de alarma eran distintos. La gente comenzó a escaparse al monte.

Muchas personas se encontraba oyendo Misa y casi todas murieron. En el documental se cuenta la historia del monaguillo que estaba en la parroquia de Santa Maria cuando se produjo el bombardeo. El monaguillo murió y se convirtió en un símbolo que aparecía en carteles de propaganda.





Después de ver las imágenes, te imaginas hoy en día corriendo por el monte con tus hijos en brazos, escapando de las balas. El pueblo donde vives destrozado por unos aviones que te persiguen… Parece mentira, pero ha sucedido y además en el mismo lugar donde estuve viendo a mi hijo jugar tranquilamente su partido de balonmano.

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