Uno
de los platos más interesantes de la gastronomía económica son los garbanzos.
Seguramente todos recordamos que cuando en casa oíamos el intenso pitido de la
olla a presión, íbamos a estar los
próximos días comiendo garbanzos y derivados.
Y
es que, cuando uno se pone a cocinar garbanzos sabe que detrás va el caldo, la
sopa de fideos y la carne guisada con tomate. ¡Tres en uno!
Los
garbanzos se han comido desde que el hombre es hombre. Restos hallados en
yacimientos en Sicilia y en Suiza nos
dicen que era una comida muy típica ya en la prehistoria. Comerse un plato de
garbanzos era muy común en el antiguo Egipto, los griegos clásicos los comían en
los banquetes funerarios y los romanos también le daban al asunto.
Pero
su época dorada se fue al garete al llegar las alubias de América, los
garbanzos se convirtieron en un producto menor, ¿Por qué comer garbanzos si
tenemos estas ricas alubias? Desde entonces su consumo disminuyó, el único sitio
en el que seguían comiéndolos, era en las zonas donde se producía, en el campo
profundo. Por eso el garbanzo se ha quedado con la imagen de precariedad, rudeza
o pobreza; comida de pueblo.
Afortunadamente,
hoy en día su fama ha mejorado y es normal comerlos de mil maneras en casi
todas las épocas del año.
Los Garbanzos contienen muchas calorías, fibra, hidratos de
carbono, proteínas, grasas, etc. Dicen que son buenos para reducir el
colesterol, diabetes, anemia, problemas de colon, etc. A la hora de comerlo
aconsejan masticarlo bien y ensalivarlo adecuadamente para evitar digestiones
pesadas. Al tener mucha fibra es recomendable para el estreñimiento pero a la
vez es perjudicial para los estómagos con problemas de gases. Quitándoles la
piel (pasar por pasapuré) los gases desaparecen.
Y otra cosa buena de esta legumbre, es que en casa un paquete
puede durar de 9 a 10 meses. Y eso es lo
que he hecho, abrir el clásico bote lleno de garbanzos que siempre tenemos al
fondo del armario, y ponerme a cocinar.
Mi receta es muy sencilla y básica. Los ingredientes: garbanzos,
dos puerros, tres zanahorias, carne, agua, sal y aceite.
La carne que he usado es la que se llama “zancarrón” o “morcillo”,
una pieza de la zona de la pierna, dura pero muy sabrosa.
De todos es sabido que antes de cocer los garbanzos hay que
ponerlos a remojo. Aconsejan hacerlo en agua templada y durante 12 horas,
cambiando el agua que se ha enfriado por nueva templada.
Una vez que los garbanzos se han inflado, los lavamos y los escurrimos.
Mientras, metemos en la olla a presión la carne, los puerros, las zanahorias un
chorrito de aceite y unos granos de pimienta negra. Lo cubrimos de agua y lo
ponemos a hervir. Cuando hierva, añadimos los garbanzos, que empezarán a
quejarse metiendo un ruido que recuerda al de las palomitas de maíz. Si vemos
que una vez metidos todos los elementos nos hemos quedado cortos de agua,
añadir agua caliente hasta cubrir, ¡sin pasarse que la olla revienta!
Cerrar la olla y dejarlo unos 30 minutos desde que comienza a
salir vapor por la válvula.
Transcurrido el tiempo, abrir la olla cuando se pueda y probar un
garbanzo. Luego añadir la sal y dejar cocer suavemente el tiempo que creamos
necesario para conseguir un garbanzo duro pero blando.
Cuando la textura del garbanzo sea de nuestro agrado, separar los
elementos. Caldo por un lado, carne por otro, verduritas y garbanzos por otro.
La carne hay que trocearla en cubos comestibles y hacerla un poco
más con tomate y un poco de pimiento rojo.
Ya sólo queda comérselo todo. A mí me gusta comer los garbanzos
solos, con un chorrete de aceite de oliva y, si acaso, añadir un poco de caldo.
Con el caldo se puede hacer una sopa de fideos y añadirlo a los
garbanzos. O también comer los garbanzos con la sopa y la carne con tomate.
Un completo, vamos. Tres platos en uno, ¡para toda la semana! ¡Viva los garbanzos!
Uno de mis platos preferidos!! Un buen cocido con su plato de sopa con fideos gorditos, luego garbanzos, y para rematar carne, chorizo,relleno, hay quien echa pie y oreja de cerdo...zona castellana. Recetas que deben de pasar de generación a generación. Salvemos al cocido!
ResponderEliminarSaludos y enhorabuena pepitorio
Bestial. Probaré con la pimienta negra. Yo les pongo chorizo (hirviendo antes en una cazuela para que la grasa que suelta no pase al cocido si no lo queremos tan graso), morcilla de Burgos que añado al final cuando ya están casi cocidos los garbanzos, costilla, tocino blanco,...
ResponderEliminarY que decir de los garbanzos con arroz, un par de hojitas de laurel, ajo frito, sal y pimentón...
Lo de añadir arroz y pasta a los garbanzos debe ser algo muy antiguo y que tiene su sentido vitamínico. Buenas sugerencias!!
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