lunes, 31 de octubre de 2011

Halloween

Al llegar el día 1 de Noviembre una extraña y poderosa fuerza hizo que cogiera mi coche y me aproximara a un lugar increíble de Vizcaya. Cerca de Elorrio se encuentra la necrópolis de Arguiñeta, un lugar mágico y misterioso que nos traslada a otra época y nos acerca al mundo de los muertos.




En este curioso paraje hay 20 sarcófagos de distintos tamaños construidos entre los siglos IV y VII d.C. También hay cinco estelas funerarias con extrañas inscripciones aún sin descifrar. Aunque los sarcófagos fueron construidos en la Alta Edad Media para ser utilizados en otras necrópolis de la zona, en el S. XIX el párroco de Elorrio decidió reagruparlos creando, de esa forma, un paisaje propio de cuentos y leyendas.


Parece que estos sarcófagos esconden interesante información, en alguno hay inscripciones funerarias que pueden ser los testimonios escritos más antiguos de la presencia de núcleos cristianos en Vizcaya. En uno de los textos puede leerse algo así como que la persona que está construyendo el sarcófago se lo estaba haciendo para si mismo. Ya se ve que la preocupación por la muerte viene de lejos.


En estos días de visitas a cementerios y ramos de flores, hacemos un alto en el camino y nos acordamos del más allá. La fiesta de “Todos los Santos” ha sido, hasta hace poco, una época del año un tanto gris y triste. Aunque la tradición de los cementerios continúa, hoy casi todo el mundo habla de Halloween y con la llegada de la nueva tradición, el recuerdo y la nostalgia han dado paso a los disfraces y a las bromas. No digo que una cosa esté bien y la otra mal, simplemente me llama la atención como una costumbre bastante americana se ha convertido en algo “nuestro”. ¿No será que necesitamos una fiesta más “frívola“para no ver que estamos hablando de la muerte?




Lo curioso del asunto es que Halloween no es más que la evolución de algo que viene de muy atrás. Halloween quiere decir víspera de Todos los Santos, y viene de una fiesta de origen celta que se llamaba Samhain que significa fin del verano. El Samhain celebraba la época de recuento de las cosechas para afrontar la etapa oscura del invierno.

Los antiguos celtas creían que durante estas fechas, la línea que separaba este mundo del “otro” se hacia mas estrecha, permitiendo a los espíritus pasar de un lado a otro.



En ese trasiego de espíritus había de todo, buenos y malos. Los buenos eran bien recibidos pero a los malos había que ahuyentarlos. Para eso se utilizaban trajes y máscaras, disfraces de espíritus malos para evitar ser atacados. Era una fiesta de fuego, sacrificio de animalillos y adivinaciones.

Cuando los romanos ocuparon territorios celtas, la festividad fue asimilada con normalidad, ya que ellos (los romanos) también celebraban algo parecido relacionado con las cosechas.



Con la llegada del cristianismo apareció el día de Todos lo Santos. Una fiesta en honor de todos aquellos mártires a los cuales no se les dedicó ningún día en especial. Entre los años 731-844 los Papas Gregorio III y Gregorio IV decidieron acabar con muchas fiestas paganas y para ello se trasladó la fiesta de Todos los Santos, que era el 13 de mayo, al 1 de noviembre.


Siglos más tarde, los emigrantes irlandeses llevaron la tradición a Estados Unidos y allí quedó fuertemente arraigada. También llevaron la leyenda de “Jack el tacaño”, que cuenta la historia de un granjero que de lo malo que había sido no lo querían ni el cielo ni en el infierno, de manera que su espíritu deambulaba por ahí acompañado de una calabaza con una vela dentro. La leyenda cuenta que el tal Jack negoció las condiciones de su muerte con el Diablo, de ahí lo del famoso “truco o trato”. Si el espíritu de Jack te proponía truco o trato, todo el mundo elegía trato, sin importar el costo, ya que el truco consistía en un mal de ojo para uno y toda su familia.


El caso es que la fiesta de Halloween comenzó a popularizarse hasta hacerse famosa por el cine y alguna serie de TV y ahora la hemos incorporado a nuestra cultura, al igual que casi todo lo que viene de América.


Seguramente la noche del 31 de Octubre, el espíritu de Jack se de una vuelta por la necrópolis de Arguiñeta en busca de algún otro ser de las tinieblas, aunque sea para ver cómo le van las cosas.

1 comentario:

  1. Te recomiendo este libro, Pepitorio:

    http://www.acantilado.es/catalogo/historia-de-la-muerte-en-occidente-27.htm

    Sobre Halloween, te diré que en el pueblo de mi madre (Ávila) lo celebran con "calabaza" desde tiempos inmemoriales. A tres kilómetros del pueblo se encuentra uno de los mayores castros vetones (celtas) de la península:

    http://es.wikipedia.org/wiki/Castro_de_Ulaca

    Por allí muchos tienen los ojos azules (incluído yo) y una enfermedad también celta, la hemacromatosis, que bastantes familiares míos la portan:

    http://www.elpais.com/articulo/Galicia/Sangre/celta/cargada/hierro/elpepuespgal/20081214elpgal_13/Tes

    Pero hablábamos de la muerte. Que así sea...

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